
Este libro trata sobre el pensamiento de Enrique Molina Garmendia (1871/1964), prestigioso educador y filósofo chileno, co-fundador de la Universidad de Concepción (1919), en el sur de Chile, y rector de ella por varios años. Este ensayo se concentra en dos temáticas importantes entre muchas otras que abordó Molina Garmendia en su larga vida: por un lado, su concepción del ser humano, donde pone el acento en la defensa de la especificidad propia de lo humano, que radica, según él, en su espiritualidad, contra todo reduccionismo cientificista. Por el otro, sus reflexiones sobre nuestra América, que reflejan la importancia para el autor de ocuparse no solo de la asunción de la filosofía extramuros, sino también de enlazar las influencias culturales recibidas con los rasgos propios de la cultura nacional. Con sus realidades y potencialidades. En particular, el rol primordial que confiere a la tarea de creación de una nueva cultura en Hispanoamérica, basada en reformas sociopolíticas y en una nueva educación. Señalemos, por último, que la obra de Molina Garmendia lo coloca como uno de los autores importantes de su generación que promovieron la normalización, práctica y aporte del filosofar en la cultura de nuestros países, en el despuntar del siglo XX.
Pablo Salvat Bologna estudió Licenciatura en Filosofía en la Universidad Católica de Chile. Doctor en Filosofía por la Universidad Católica de Lovaina, Bélgica. Postdoctorado en la Chaire Hoover de Ética Económica y Social (bajo dirección de Philippe Van Parijs). Actualmente, es profesor titular en la Universidad Alberto Hurtado, en Santiago de Chile. Es autor de numerosos artículos en distintas revistas y libros del país y del extranjero. Sus temas de trabajo principales tienen que ver con la ética social, la filosofía política y los derechos humanos. Entre sus publicaciones destacan El porvenir de la equidad (Lom, 2003). El año 2014 publica Max Weber: Poder y racionalidad. Hacia una redefinición normativa de la política (RIL Editores). El año 2008 recibe la Medalla de Honor de la Fundación Icala, por el aporte al pensamiento latinoamericano, Río Cuarto, Córdoba, Argentina.