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Este libro presenta 100 años de historia de una de las más antiguas disciplinas científicas, la Fisiología en Concepción, con sus altibajos, la difícil relación entre médicos e investigadores y los desafíos aún pendientes.
Al albor de los años 20 del siglo XX la expectativa de vida en Chile era de 29 años. La epidemia de gripe del año 1918 mató a millones de personas. Ahora se conoce que fue por el virus de la influenza H1N1. Entonces era claro que se debía avanzar en entender las bases de las enfermedades, pero antes se debía conocer las funciones normales del cuerpo, que es precisamente lo que estudia la Fisiología y cuyo origen se remonta a los médicos-científicos Ibn Al-Nafis y Willam Harvey desde el siglo XIII.
El primer Rector de la Universidad de Concepción, don Enrique Molina, describe en sus memorias la osada empresa de traer en 1926 a un muy destacado profesor europeo, Alejandro Lipschütz, quien junto a su equipo dirigiría las clases prácticas y experimentos, asistido por sus dos antiguos colaboradores llegados de Estonia: su amigo, el químico Sergej Vesnjakov y el farmacólogo H. Kallas, para la enseñanza de esa asignatura. Al año siguiente, junto a otros insignes profesionales del área de la salud, Lipschütz contribuye a la fundación de la Sociedad de Biología de Concepción.
En 1936, el mismo año en que la Fisiología se establece en Santiago, y a raíz de graves diferencias contractuales con la Universidad de Concepción, léase prioridades, diseño y presupuesto, el insigne fisiólogo letón se aleja de la Universidad de Concepción y se instala en la capital. Después de la muerte del Dr. Kallas, el Dr. Bruno Günther lo sucedió como Director hasta 1954 y formó un equipo interdisciplinario de alto nivel, experto en varias áreas.
El Dr. Juan Concha sería Director del Departamento de Fisiología hasta 1979, durante el cual destaca un trabajo publicado por los Drs. Enrique Delucci y Juan Concha. El Departamento original era altamente cosmopolita, el Dr. Luciano Chiang había nacido en Lima, de padres peruanos-chinos. En el año 1955 publicó, junto al Dr. Fructuoso Biel, los efectos de fármacos en la liberación de enzimas gástricas en humanos. También se destacó el Dr. Peter Ward, así como el Dr. Ladislao Quevedo, que también se inició en el Departamento. Es justamente esto lo que se relata el presente libro, los cien años de historia de una disciplina central al desarrollo de la Universidad, con la idea de ser crítico, basado en la evidencia, para no repetir los errores del pasado, en este círculo histórico que siempre tiende a repetirse.
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